¿HASTA CUÁNDO?

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Llevamos toda una vida reivindicando para el personal de los centros educativos, una reclasificación de las retribuciones de acuerdo con su aumento de responsabilidades y carga de trabajo.

De un tiempo a esta parte se ha producido un desajuste entre la carga de trabajo generada por el incremento del volumen y las funciones, en relación con las retribuciones, las más bajas de toda la GVA. Pueden ser calificadas sin lugar a dudas de estancadas e insuficientes.

Un trabajo menospreciado y considerado de segunda por la propia directiva de los centros educativos y en especial por la administración, que siempre ha puesto por delante a otros colectivos. Así en la última reclasificación del colectivo, se empezó por el personal integrante de la APF-01 subalternos, el más bajo en la escala de los que prestan Servicios en los centros educativos, y ni siquiera alcanzó a todo el colectivo, generándose un agravio comparativo entre el personal. Hemos de destacar que solo alcanzó en esta primera intervención al personal de carrera, y esta reclasificación se hizo aumentando la correspondiente jornada, con lo que no fue una verdadera actualización de retribuciones.

Con la convocatoria del tan deseado concurso de traslados de l’APF-01, el personal subalterno que pretenda ejercer su derecho a la movilidad verá disminuidas sus posibilidades al existir aun numerosos puestos pendiente de reclasificación. ¿Es esto justo? ¿Dónde está la igualdad?

¿Hasta cuándo la administración seguirá mirando hacia otro lado y dejará al personal de los centros educativos abandonados entre las aguas, de las dos Consellerias, entre Función Pública y Educación?

¿Hasta cuándo seremos el personal más infravalorado y peor retribuido de la administración?

Desde Intersindical reclamamos una actualización de las retribuciones, la reclasificación total de los puestos, y la revalorización de todo el personal de administración y Servicios, y en especial a la agrupación funcionarial de subalternos, del trabajo, que silencioso y casi nunca valorado permite el correcto y necesario funcionamiento de los centros educativos.

No estaría de más que la administración y en gran medida las direcciones, trataran a este personal al mismo nivel que al resto de colectivos y reconozcan el esfuerzo y dedicación por el correcto funcionamiento de los centros educativos, que deben ser una prioridad en la gestión de la educación.