Y el incendio se acabó


06 / 07 / 2022 | Intersindical Valenciana-STAS Gva


Año tras año se repiten las mismas situaciones de riesgo para el personal que interviene en los incendios forestales y emergencias en defensa del medio ambiente, con las mismas carencias y falta de previsión por parte de los responsables de la gestión de estos operativos.

El pasado domingo se inició el incendio en Venta del Moro, que venía precedido de otro gran desastre en Caudiel. De momento lleva unas 1.400ha calcinadas en las que casi un 80% pertenecen al parque natural de las Hoces del Cabriel, considerado zona ZEPA, lo que lo convierte en el 12º Gran Incendio Forestal (GIF) de 2022 en España.

En un primer momento el personal que trabaja y los medios habilitados consiguieron hacerse con el incendio, tomando la decisión poco acertada por parte de los responsables de ese momento, de retirar todos los medios del incendio aéreos y solo quedaron las 2 unidades iniciales de Bomberos Forestales de la empresa SGISE, para un incendio que tenía una extensión inicial de 100ha. Según la previsión meteorológica, se esperaba una tormenta con aparato eléctrico así que el resto de unidades se quedaron a cubrir su propia zona en previsión de posibles fenómenos adversos.
Recordemos que cada Unidad de Bomberos Forestales se compone de 5 Bomberos Forestales por UTP (Unidad de Transporte de Personal) más 1 conductor de BRP (Bomba Rural Pesada). De estas 2 unidades que permanecieron en el incendio, la UBF de Sinarcas estaba compuesta por solo 3 componentes más el conductor de autobomba BRP. Tenemos ya el primer problema, ya no se cumple ni con los mínimos establecidos, de los que estos no son personal fijo y estable de la empresa y la UBF de Villargordo trabajó también con solo 3 componentes. El BRP de esta unidad se rompió de camino al incendio debido a que se estropearon los frenos y el embrague. En respuesta a este contratiempo, el conductor fue llevado a por otro BRP, y de nuevo, de camino al incendio se produjo un nuevo incidente, se le rompió un latiguillo. Fue a por un tercero y con mejor suerte llegó al incendio sobre las 21h. Esto pone de relieve los medios deficientes con que cuenta la empresa y que el personal lleva denunciando junto con la falta de medidas de protección adecuadas para el personal que desempeña su trabajo en situaciones delicadas y a veces extremas cuando llega la temporada estival.
De esto se deduce en primer lugar, la falta de gestión eficiente y toma de decisiones respecto a las situaciones a las que dan respuesta y que viene denunciando el personal de la SGISE a la vista de los resultados fatídicos, el último de los cuales ha dado lugar al desastroso incidente que nos ocupa.
En segundo lugar, denunciamos la situación de la plantilla. Existe un elevado número de personas en Fraude de Ley cuyas plazas han sido ofertadas por la Generalitat, a pesar de haber superado sus procesos selectivos y ocupado unas plazas de carácter estructural durante años, y a las que se ha mantenido durante todo este tiempo con contratos temporales, incumpliendo la ley y el propio convenio de Bomberos Forestales , falta de personal en los servicios con bajas sin cubrir, deficiencias materiales en los equipos de protección, medios defectuosos y antiguos…
¿Qué queremos decir con esto? Si sufrimos un atrapamiento, nuestro protocolo de seguridad está hecho para ser resuelto por los 6 componentes de cada unidad, cada uno con una tarea asignada, previamente entrenada y sincronizada para la cual es necesario disponer de una autobomba BRP en condiciones. Por cada medio humano que falta o cada medio material defectuoso o inexistente, el peligro de que el incendio pase por encima de cada persona trabajadora aumenta desproporcionadamente. Los vehículos que usamos, que dependen de los consorcios provinciales de Bomberos, tienen más años que muchos de nosotros, son el sustituto del sustituto con el riesgo que conlleva ir por caminos forestales o carreteras secundarias no aptas para cualquier vehículo, eso en el mejor de los casos, siempre que no te encuentres con alguna avería del tipo quedarte sin frenos, latiguillos, etc. Muchos no consiguen ni pasar la ITV.
Volviendo al siniestro que nos ocupa, sobre las horas centrales del día, se produjo un aumento de temperatura y viento generando varias reproducciones que terminaron por devorar en esa noche la gran mayoría de hectáreas de bosque. En el transcurso de este tiempo el 112 CV publicó en su cuenta de twitter que el incendio se daba por estabilizado y el perímetro aun estaba caliente a la vez que había varias reproducciones. El tuit fue eliminado y se declaró Nivel 2. Sobre las 20h empezaron a llegar el grueso de unidades de todo tipo, tanto medios propios como de otras autonomías y del estado, otro claro ejemplo de descoordinación interna.

Y este es el día a día del personal bombero forestal de la SGISE. Por esto llevamos desde el 27 de septiembre de 2021 en huelga indefinida reclamando estabilidad para el colectivo que lleva años sumido en la precariedad sin una planificación real del servicio y con unos medios deficientes. En un servicio esencial como este no se puede escatimar en medios cuando los objetivos son la defensa del medio ambiente y la gestión de los fenómenos meteorológicos adversos los que lo requieren.
Las numerosas mentiras por parte de la gerencia y las falsas promesas de salvación del Secretario Autonómico de Emergencias nos hacen seguir trabajando día a día sabiendo que en cualquier momento puede llegar el fin. Cumplimos con las exigencias legales para acceder a nuestros puestos de acuerdo con los principios de mérito, capacidad e igualdad, aprobando proceso selectivo tras proceso selectivo sin dejar de prestar servicios esenciales para la comunidad. Hemos pasado por las unidades más lejanas de nuestras casas y vamos a perder nuestros puestos de trabajo después de años defendiendo un servicio esencial para la comunidad. Nuestras familias dependen de nuestro sustento en el mejor de los casos, en el peor, un destino alejado de nuestro domicilio se comerá gran parte del salario debido a la subida del precio del combustible. Eso que llaman conciliación familiar, ni esta ni se le espera, gracias a que nos han robado nuestro puesto de trabajo.
Las luchas internas de poder, la falta de coordinación i la falta de medios materiales fruto de la incapacidad de gestión de SGISE ponen en peligro tanto la prestación de un servicio esencial como a las personas que lo desempeñan en unas condiciones mejorables. La SGISE se ha convertido en una puerta giratoria llena de puestos de libre designación donde sobran mandos por incompetencia y faltan medios para ejecutar el servicio esencial. Por otro lado, un partido político a cuya Consellera molestamos o nos ignora impide el avance de cualquier negociación al respecto.
Año tras año, sea por unos o por otros, los precarios, los infravalorados, los usado como cromos de cambio por todo gobierno somos siempre los Bomberos y Bomberas Forestales, eso sí, héroes y heroínas sin capa con vocación de servicio a la ciudadanía que por lo que parece a nadie importamos.
¡Y se apagó el incendio!