Inclusión real y salud laboral.

Es toda una odisea estar trabajando como Educadora de educación especial y encontrar en los IES, CEIP y centros educativos, espacios adecuados para poder atender al alumnado con necesidades especiales y cubrir tanto la parte de inclusión real como la que permite al personal de atención educativa prestar sus servicios con garantías para su salud laboral y personal.

02 / 10 / 2023 | Intersindical Valenciana-STAS Gva


Es toda una odisea estar trabajando como Educadora de educación especial y encontrar en los IES, CEIP y centros educativos, espacios adecuados para poder atender al alumnado con necesidades especiales y cubrir tanto la parte de inclusión real como la que permite al personal de atención educativa prestar sus servicios con garantías para su salud laboral y personal.

La gran mayoría de los centros educativos, excluyendo los de educación especial, no tienen baños adaptados que cubran las necesidades de este alumnado, ni del personal educador que los atiende.

Los baños carecen, casi todos, de la privacidad necesaria que favorecería un espacio adecuado para este tipo de alumnado o de otros medios tales como barras de sujeción, camillas, lavabos adaptados, grúas, para poder asistir en sus necesidades a la mayor parte del alumnado. En el peor de los casos, no existen medios ni para una inclusión real, que se traduzca en medios para atender a sus necesidades, ni equipos de trabajo para facilitar el desarrollo por parte del personal. Estamos hablando de parches que consisten en habilitar espacios provisionales como aulas donde hay material almacenado, otras veces en baños comunes, donde no existe intimidad para el alumnado donde se respete su privacidad.

Estamos asistiendo a un verdadero elemento disruptor de la inclusión tanto desde el punto de vista de las personas más vulnerables como del personal educador que ayuda a superar los obstáculos que limitan la presencia, la participación y los logros de este tipo de alumnado.

Lo que sorprende, es que los alumnos con necesidades especiales, están en los centros educativos, hasta 9 horas diarias y no se tienen en cuenta sus necesidades ni las del personal que ha de proveer su necesidades y respuestas educativas.

No podemos olvidar que la normativa estatal establece que en cualquier lugar público se han de habilitar espacios y baños adaptados con las medidas y materiales adecuados para que las personas con diversidad puedan participar en la vida social sin discriminaciones u obstáculos.

Ya está bien. Si queremos una verdadera inclusión del alumnado tenemos que empezar por lo fundamental, los medios físicos y materiales para ello. No podemos quedarnos en una entelequia y pretender hacer apaños que no llegan al verdadero objetivo de la inclusión.

Por este motivo exigimos a la administración que cree o habilite, en todos los centros educativos que cuenten con este tipo de alumnado, espacios con materiales adecuado para poder atender correctamente a las necesidades especiales para una integración sin exclusión y que el personal educador pueda realizar sus funciones, sin que esto suponga un riesgo para su salud.